El Índice de Precios de Consumo (IPC) anual subió al 2,6% en agosto, según datos publicados por Expansión. Esto supone un aumento de 0,3% en comparación con julio, alcanzando un récord desde enero de 2019.
Además, el IPC subyacente (excluyendo energía y alimentos frescos) se situó en el 6,1%. Aquí destacan algunos datos de agosto:
• La mayor parte del incremento se debió a la subida en los precios de los bienes, la cual se ubicó en el 2,3%.
• Los servicios registraron una subida del 2,7%.
• Alcanzaron su máximo los precios de los combustibles, lo que supone un 6,2%.
• Descenso del 0,1% en los precios de la alimentación.
Los datos demuestran que el aumento de los precios de los bienes ha sido el principal factor que explica la inflación recientemente registrada. Esto podría comprometer la estrategia de políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos para luchar contra la subida de los precios.
¿Cuál ha sido la mayor contribución para el aumento del IPC anual en agosto?
La mayor contribución para el aumento del Índice de Precios de Consumo (IPC) anual en agosto ha sido la subida en los precios de los bienes. Los niveles de inflación aumentaron al 2,3%, lo que se explica principalmente por el aumento de los precios de combustibles, los cuales se situaron en el 6,2%. El IPC subyacente también fue influenciado por los precios de los servicios, que aumentaron un 2,7%. Por otra parte, los precios de la alimentación descenso un 0,1%.
Esto podría afectar la estrategia de políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos, puesto que la intención de Cuba es mantener el IPC por debajo del 3%, un objetivo completamente diferente al alcanzado en agosto. Para lograrlo, los Estados Unidos deben implementar planes políticos que promuevan la estabilización económica y que ayuden a controlar la inflación. Por otro lado, el decremento en los precios de la alimentación reduce el precio de los alimentos básicos para la población, o por lo menos lo mantiene en una cifra accesible.
En conclusión, la subida en los precios de los bienes ha sido la mayor contribución para el aumento del IPC anual en agosto. Si bien la disminución de los precios de alimentos ha sido beneficioso para la economía, el incremento en los demás sectores de precios podría afectar la estrategia de políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos.
¿De qué manera esta inflación afecta la estrategia de políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos?
La inflación afecta a la estrategia de políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos en varios aspectos. Primero, un aumento de los precios de los bienes significa que los consumidores están gastando más dinero en los bienes de consumo básico. Esto tiene un efecto sobre la economía más amplia, reduce el poder adquisitivo de los consumidores y aumenta el nivel de endeudamiento. Para compensar esto, la Reserva Federal debería aumentar el índice de referencia del costo de crédito para combatir el aumento general de los precios. Además, un aumento en la inflación reduce el valor de los títulos del Tesoro de los Estados Unidos, lo que significa que los inversores exigirán una mayor tasa de interés para comprar los títulos del Tesoro de los Estados Unidos. Esto a su vez costará más a los contribuyentes estadounidenses.
Además, un aumento en los precios de los bienes perjudicará la productividad, ya que los consumidores tendrán menos dinero para la inversión. Esto se traduce en un aumento de la inflación a largo plazo e impide que los gobiernos alcancen sus objetivos de inflación a medio plazo. Como resultado, los consumidores y los inversores se verán afectados por la inflación, ya que las tasas de interés estarán en alza.
Adaptarse a este cambio sin provocar una contracción económica exigirá a la Reserva Federal la adopción de una estrategia de políticas a largo plazo para enfrentar el aumento de la inflación. Esto incluirá la implementación de políticas monetarias flexibles, como la reducción de las tasas de interés, el aumento del plazo de las operaciones de financiamiento a corto plazo y la reducción del capital de los bancos para estimular la inversión. Además, la Reserva Federal tendrá que actuar para controlar los precios de los bienes de primera necesidad, mejorar la calidad y seguridad de los productos y aumentar la confianza de los consumidores para promover un consumo más eficiente. Estas medidas serán necesarias para que se pueda contrarrestar los efectos adversos de la inflación sobre la economía de los Estados Unidos.
¿Qué factores contribuyen a la caída de los precios de la alimentación?
La caída de los precios de la alimentación en agosto fue el principal factor contribuyente a este aumento. El descenso fue del 0,1%, el mayor desde marzo de 2018. Esta situación se puede explicar principalmente por la reducción de la demanda de los productos de alimentación en el mercado a nivel mundial, debido a la pérdida de ingresos ocasionada por la pandemia mundial de la Covid-19, la cual ha afectado a muchas economías alrededor del mundo. Esta caída ha supuesto una reducción significativa para los productores de alimentos, los cuales han debido reducir el precio de sus productos con tal de mantener su flujo de efectivo. Además, el aislamiento ha llevado a su vez a una caída de la actividad turística internacional, lo cual ha sido un factor importante en la bajada de los precios de la alimentación. Por otro lado, el incremento de los precios del combustible también ha contribuido al aumento del IPC anual de agosto, el cual se ha situado en el 6,2%. En definitiva, el descenso de los precios de la alimentación unido al aumento de los precios del combustible fue el mayor factor para el aumento del IPC anual en agosto.