Los precios del petróleo se encuentran bajo presión debido al fortalecimiento del dólar estadounidense y por las preocupaciones de una tasa de interés más alta a largo plazo. Destacado de la semana:
• En su última Hoja de Ruta para Cero Neto 2023, la Agencia Internacional de Energía (AIE) suavizó su posición sobre los proyectos iniciales, cambiando su enunciado de 2021 de “ningún nuevo campo de petróleo y gas” a un enfoque más matizado de “ningún nuevo proyecto de largo plazo a nivel inicial”.
• Configurando el escenario para la COP28 en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre, la AIE ha destacado la electricidad como el nuevo petróleo, exhortando a todos los países…
¿Qué implicaciones tendrá este cambio en la producción de petróleo a largo plazo?
Este cambio de la AIE en su postura con respecto al petróleo y el gas trae implicaciones interesantes para la producción a largo plazo. La “Hoja de Ruta para Cero Neto 2023” establece un enfoque de minimizar los nuevos proyectos a nivel de inicio, como campos de petróleo y gas, incentivando la electricificación del futuro. Esto significa que los países deben cambiar gradualmente a la baja el uso de combustibles fósiles como el petróleo por energías limpias como la energía solar y la eólica.
A pesar de que la baja de los precios actuales del petróleo pueda alentar la inversión, la AIE afirma que el futuro es de la electricidad y las energías renovables. La Agencia exhorta a los países a acelerar los avances digitalees, la electrificación y la transición energética hacia energías limpias. La AIE ha recomendado acciones tangibles tales como cambios regulatorios para mejorar el panorama para las energías limpias, mejorar su viabilidad financiera y aumentar la competitividad de las energías renovables.
A pesar de la baja demanda actual de petróleo a largo plazo, aún queda mucho por hacer para electrificar el futuro. La AIE recomienda un nivel de estímulo para estimular la innovación en energías multifuentes más limpias, así como una mayor integración de mercados de electricidad regionales. La Agencia también recomienda invertir en la investigación y desarrollo (IED) para promover la capacidad tecnológica de los países.
En resumen, el cambio de postura de la AIE con respecto a la producción de petróleo a largo plazo tendrá implicaciones importantes. La Agencia Internacional de Energía ha suavizado su antigua posición, alentando a los países a electrificar el futuro a través de la inversión en energías limpias, la IED para desarrollar capacidades tecnológicas, cambios regulatorios para mejorar la viabilidad financiera y la integración de los mercados regionales de electricidad. Estas iniciativas son fundamentales para preparar el camino hacia un futuro sin petróleo.
¿Cuáles son las recomendaciones presentadas por la AIE para electrificar el futuro?
La AIE, la agencia de energía internacional, plantea recomendaciones para electrificar el futuro a través de un concepto clave: “La electricidad como el nuevo petróleo”. En su publicación reciente, la AIE suavizó ligeramente el enfoque, cambiando el enunciado de 2021 de “ningún nuevo campo de petróleo y gas” a un discurso más matizado de “ningún nuevo proyecto de largo plazo a nivel inicial”.
La AIE exhorta a los gobiernos, mercados, universidades e industrias globales a aprovechar la energía solar, eólica, nuclear y energía hidráulica. Las principales recomendaciones para electrificar el futuro incluyen aumentar la participación de los sistemas energéticos renovables del 20 al 35 por ciento a nivel mundial; aumentar la disponibilidad de electricidad al 20 por ciento de hogares no conectados; mejorar el acceso a tipos más diversificados de energías limpias; y mejorar el rendimiento de la eficiencia energética.
Además, la AIE alienta a los países a que adopten tecnologías limpias a medida que se preparan para el cambio climático. La AIE recomienda una transición justa hacia electrificación con tecnologías limpias que contribuyan al crecimiento económico sostenible, prevé que tal transición ayudará a impulsar el suministro de electricidad en todas partes.
A nivel social, la AIE señala que una transición justa requiere una “reducción de la pobreza, el empoderamiento de la mujer y el uso verde de los recursos hídricos”. Sus recomendaciones sugieren un enfoque de inversión en educación y energía para asegurar una mejor comprensión y aprovechamiento de la electrogeneración renovable.
Por lo tanto, se espera que la publicación de recomendaciones planteadas por la AIE para electrificar el futuro galvanice las iniciativas energéticas estratégicas y una transición justa a una economía global más limpia. Esta reciente publicación de la AIE ofrece una dirección para encarar el desafío global de garantizar un suministro de electricidad sostenible para la humanidad.
¿A qué países se apunta la AIE con estas recomendaciones?
La AIE ha adoptado una estrategia de urgencia en relación con un futuro de energía basado en la electrificación. Esto se debe, en parte, a la necesidad de poner freno a las pasadas prácticas de combustión carbonizada que han contribuido al calentamiento global. Estas recomendaciones exaltan la transición a una economía futura que sea 100% sostenible y de bajas emisiones, con una meta de reducción de al menos el 55% en emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030.
Las recomendaciones aquí presentadas abarcan una variedad de temas que incluyen el desarrollo de infraestructura para transportar energía renovable y el apoyo proactivo para el desarrollo de la economía circular. Estas recomendaciones se apuntan específicamente a los países que diseñarán su agenda de energía para los próximos años, con el objetivo de futuras generaciones. Estos países incluyen el Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Brasil, India, México, China, Japón y Estados Unidos.
Los principales ideogramas de la Hoja de Ruta para Cero Neto 2023 son los mismos para todos los países: un compromiso de reducir las emisiones de combustibles fósiles, el desarrollo de infraestructura y recursos para la energía renovable, una mayor inversión en tecnología limpia, el fomento de la eficiencia energética, la educación y la autopromoción de prácticas energéticas responsables y sostenibles entre los consumidores y una recuperación verde postergada desde el confinamiento de la pandemia. Al presentar estas recomendaciones, la AIE trata de avanzar hacia objetivos energéticos más amigables con el medio ambiente a largo plazo y promover un futuro energético saludable para la humanidad.