• Rusia ha impuesto una prohibición temporal a las exportaciones de gasolina y diésel para abordar su escasez y los altos precios en el mercado interno.
• Esta decisión podría agravar el ya ajustado mercado mundial del diésel, y presionar a los precios del crudo y los destilados intermedios antes del comienzo de un frío invierno.
• La relajación de la prohibición para diésel de baja calidad no compensará la dificultad del hambre en el mercado.
• La mayoría de los analistas creen que la prohibición no durará mucho, ya que conduciría a un aumento de inventario para Rusia que carece de espacios adecuados de almacenamiento.
• Muchos observadores afirman que Rusia ha estado usando la energía como un arma.
¿Cuáles son las consecuencias del ajustado mercado mundial del diésel?
El mercado mundial del diésel se ha visto afectado significativamente por la reciente decisión de Rusia de imponer una prohibición temporal a las exportaciones de gasolina y diésel. Esta medida fue tomada para abordar la escasez local y los altos precios que acosan al mercado interno. Si bien existe la expectativa de que la prohibición para los biocombustibles bajos sea relajada, los analistas estiman que esto no será suficiente para satisfacer los crecientes temores de escasez en el mercado internacional. Esto aumentará la demanda de los combustibles crudos y los destilados intermedios durante los meses de invierno frío, una situación que podría presionar aún más los precios mundiales del diésel.
Algunos observadores argumentan que el objetivo primordial de Rusia al imponer la prohibición de exportación de sus combustibles deriva de su necesidad de aprovechar la energía como una forma de aumentar la influencia geopolítica. Esto contradictorio, dado que conlleva el riesgo de imponer una mayor presión a los mercados globales y influir así en los patrones de los precios de los combustibles. Como resultado, el comercio internacional también puede verse afectado, ya que los mayores costos de los combustibles estarían encareciendo los aumentos de los impuestos y los costos de trasporte, lo que podría finalmente ser una carga para el incremento de los precios de los bienes y servicios en todo el mundo.
¿Cuál es el alcance de la prohibición?
La reciente prohibición temporal de exportación de combustible por parte de Rusia ha provocado una gran preocupación en el mercado internacional de combustible. Esta medida ha sido tomada con el objetivo de abordar las escasez y los precios elevados en el mercado interno. Este movimiento influirá en el ya ajustado mercado mundial de diésel, presionando los precios del crudo y los destilados intermedios antes de que comienze el invierno. Las consecuencias de este ajuste probablemente serán un aumento en los precios de los destilados, una mayor volatilidad en los mercados energéticos y menos flujos comerciales.
Además, la relajación de la prohibición para exportar diésel de baja calidad que iba destinada a los mercados de Europa no compensará el impacto del ajustado suministro. Esto se debe a que la mayoría de los analistas creen que la prohibición no durará mucho, ya que provocaría un exceso de inventario en Rusia.
Muchos observadores confían en que este movimiento preliminar forma parte de una estrategia para que Rusia use la energía como una especie de arma. Este comportamiento táctico podría tener la intención de mejorar el margen del país en los acuerdos posteriores y negociaciones. En última instancia, la prohibición será temporal y la producción de combustible será nuevamente normalizada, pero el alcance de esta prohibición está a punto de cambiar el panorama para los mercados energéticos a nivel global.
¿Cuál es el motivo para usar la energía como un arma?
La decisión de Rusia de prohibir temporalmente las exportaciones de combustibles como el diésel y la gasolina, es una demostración evidente de cómo la energía se puede utilizar como un arma. Esta prohibiciónincialmente estaba destinada a abordar el escaso suministro y los precios altos del combustible dentro del país, sin embargo, ha tenido algunos efectos indeseables como el agravar el ya limitado mercado mundial de diésel, presionando al alza a los precios del crudo y los destilados antes de la llegada del frío invierno. La relajación de una parte de la prohibición para diésel de baja calidad no es suficiente para contrarrestar la escasez en el ámbito internacional y tampoco lograrà suprimir el precio del combustible.
La mayoría de los analistas anticipan que la prohibición no durará mucho, ya que puede resultar en un aumento del almacenamiento de combustible para Rusia, que carece de espacios adecuados de almacenamiento. A partir de esto, queda claro que el país ruso no está utilizando la energía como un medio para abordar un problema interno, sino más bien como una herramienta para influenciar la balanza de poder con otros países. Dado que Rusia es el segundo mayor exportador de gas y el cuarto mayor exportador de petróleo, su decisión tiene el potencial de influenciar significativamente los precios y la oferta de combustible a nivel mundial.