• Desde el 25 de marzo, cientos de miles de barriles de petróleo por día han estado prohibidos de ser exportados a Turquía por ser considerados ilegales por el gobierno federal iraquí de Bagdad.
• El resultado del actual impasse entre ambos lados determinará el futuro de la industria de petróleo y gas de Irak, y su posicionamiento geopolítico en las décadas venideras.
• Según fuentes de periódicos de alta reputación local, la clave de la situación está en una línea de conducción de petróleo regionalmente importante.
• La línea de conducción había estado estancada durante meses, pero ahora existen oportunidades de que se restablezca.
• La línea es fundamental para el suministro de petróleo para la región semi-autónoma de Kurdistan, Irak (KRI).
¿En qué se ha basado el gobierno de Bagdad para prohibir la exportación de petróleo?
El gobierno de Bagdad prohibió la exportación de petróleo el 25 de marzo, impidiendo el envío de cientos de miles de barriles de petróleo por día hacia Turquía, alegando que la transacción era ilegal. La situación ha tenido consecutivas implicaciones en el futuro de la industria petrolera iraní dirigida por el gobierno federal, así como el posicionamiento geopolítico de Irak entre los países de la región.
De acuerdo a informes periodísticos de alto renombre, el origen del impasse estaba en una gran línea de transporte de petróleo que se había estancado durante los meses previos a la prohibición. Esta línea de conducción es vital para el suministro de petroleo en la región semi-autónoma de Kurdistan, Irak (KRI), por lo que ahora existen expectativas de que la notoria línea será reparada y restaurada.
Los resultados de dicha prohibición van desde la disminución de la economía iraquí, hasta un desplome en el precio del petróleo global, y un aumento en las tensiones entre Bagdad y Erbil, además de su potencial impacto geopolítico. Lo que sigue de aquí es una disputa entre ambos lados respecto al acuerdo comercial con Turquía. Esto deja la incertidumbre acerca de cómo evolucionará la economía iraquí, así como su posición geopolítica dentro del Oriente Medio en los próximos años.
¿Cuál es el potencial impacto geopolítico del impasse?
El impasse entre el gobierno de Bagdad y los productores de petróleo en el Kurdistán iraquí tiene importantes ramificaciones geopolíticas. Se estima que desde el 25 de marzo hasta la actualidad, se han prohibido la exportación de cientos de miles de barriles de petróleo considerados ilegales por Bagdad. De acuerdo a fuentes periódicas de alto perfil, el conflicto se centra en una línea de conducción que se encuentra bajo la supervisión del Kurdistán iraquí. Esta línea atraviesa importantes campos petroleros en KRI, además de exportar petróleo a Turquía. Se ha creído que el Gobierno de Bagdad ha basado su prohibición en la falta de acuerdo de electricidad y recaudación de impuestos con el Kurdistán iraquí.
Esta línea de conducción local ha sido estancada por meses. Si finalmente fuera reparada, podría ser un punto de inflexión geopolítico para Irak. La línea constituye uno de los canales más importantes para el suministro de petróleo de KRI, y si es activada de nuevo, se replantearía el entendimiento de la distribución internacional de petróleo. La industria petrolera de Irak tiene un enorme potencial de crecimiento, y una resolución del impasse actual sentaría un precedente para el Estado que podría ser de gran beneficio. Muchos países de la región, así como occidentales, están esperando que el impasse sea resuelto para que se permita un flujo libre de recursos energéticos. Si los representantes de ambos lados del conflicto pueden llegar a un acuerdo adecuado, el Kurdistán iraquí y Bagdad tendrán la oportunidad de experimentar una nueva era de prosperidad, lo que sin duda tendría un enorme impacto geopolítico.
¿Qué causa la actualización de la línea de conducción?
La línea de conducción, situada en el norte de Irak, ha tenido un papel elemental en el conflicto entre Bagdad e Irán, así como en el desarrollo de la escena regional del petróleo y el gas. En un momento en que Turquía y el gobierno iraquí federal de Bagdad se enfrentan a una situación de status quo, la línea de conducción se convierte en un factor esencial para el equilibrio de poder en la región. Bagdad ha alegado que el petróleo y el gas provenientes de KRI estaban siendo comercializados con órdenes legales emitidas por el gobierno regional kurdo, y por tanto eran ilegales para el gobierno federal.
Esta situación ha forzado a Bagdad a actualizar la línea de conducción como un paso para alcanzar un acuerdo. Se espera que la línea de conducción siga una dirección horizontal para resolver el problema. Los detalles de los trabajos de actualización aún son desconocidos, aunque algunas partes involucradas parecen decididas a alcanzar un acuerdo para que los trabajos prosigan con rapidez.
La línea de conducción es crucial para el éxito de los esfuerzos de desarrollo regional de Bagdad para la expansión de la nación. La construcción de la línea de conducción permitiría a los gobiernos federal y regional llegar a un acuerdo sobre el uso y la distribución de los recursos de petróleo y gas a la región semi-autónoma de KRI. El plan permitiría a Bagdad desarrollar y mejorar su posición como un actor importante en la región en términos de derechos de propiedad de recursos naturales, al tiempo que mejoraría el suministro y demanda de estos recursos importantes.
Actualmente, el balance de poder entre Turquía e Irak depende en gran medida de la línea de conducción. Una actualización rápida podría ofrecer una solución negociada a los conflictos y situaciones delicadas entre Bagdad y KRI, así como socavar la postura regional de Turquía. El resultado del impasse entre ambas partes determinará el papel que Irak desempeñará como actor y potencia regional en el ámbito geopolítico y el papel futuro de la industria de petróleo y gas de Irak.